GEOMORFOLOGÍA DEL ESTADO DE JALISCO

 Uno de los principales atributos naturales del Estado lo constituye el hecho de ser una zona de traslapamiento de tres grandes provincias fisiográficas del territorio mexicano; Jalisco es la zona de contacto entre la Sierra Madre Occidental y el Sistema Neovolcánico o Eje Neovolcánico, entre la Sierra Madre Occidental y la Sierra  Madre del Sur y entre esta última y el Sistema Neovolcánico. De allí la gran variedad de aspectos litológicos, geológicos y morfológicos que presenta el territorio jalisciense así como gran variedad de paisajes naturales.


El relieve de Jalisco se caracteriza por el predominio de las montañas y la ausencia total de extensas llanuras. Desde el punto de vista de las estructuras del relieve en Jalisco predomina el estilo tectónico de “relieve de bloques”, en contraposición al estado de Michoacán donde sobresale el relieve volcánico joven sin grandes alteraciones tectónicas.

 

El N del Estado es el dominio de los grandes bloques del “plateau riolítico” de la Sierra Madre Occidental, dispuestos longitudinalmente y separados por profundos valles de vertientes abruptas.


 

El S es la región  de los macizos plutónicos que forman la estructura de la Sierra Madre del Sur.

 

El W también es la región de los macizos plutónicos cuyos bloques conforman el sistema de la Sierra de Cacoma y de Perote, pero a diferencia de la anterior se desarrolla aquí un extenso piedemonte cuando la montaña no se aproxima al litoral del Pacífico.

 

El E es el dominio de los altiplanos formados por las mesetas de los bloques elevados del “plateau riolítico” y de las llanuras aluviales formadas a expensas de la cuenca sedimentaria del río Verde.

 

Finalmente el centro del Estado es una región de compartimentos, de alternancia montañas volcánicas o  bloques de montañas y de valles o llanos de poca extensión como los de Atemajac, deTesistán y de Ameca-Cocula.  El graben de Chapala, ocupado parcialmente por el lago más extenso de México, forma también relieves planos que se prolongan en el vecino estado de Michoacán.




Montañas graníticas:

 

Se consideran  en este trabajo montañas graníticas aquellos cordones montañosos y macizos formados por cuerpos intrusivos de rocas macrocristalinas ácidas y mesosilícicas, es decir, granitos, granodioritas y sienitas. Por lo general estas rocas plutónicas están acompañadas por  metamorfitas jurásicas, formadas a expensas de sedimentos del Mesozoico Medio marino y continental, por sedimentos marinos diagenizados del Mesozoico Superior (Cretácico) y por rocas volcánicas del Terciario Inferior y Medio (Andesitas, ignimbritas, riolitas y tobas andesíticas y riolíticas. A pesar de ello,  el cuerpo principal de cada unidad topográfica (cerro o cordón montañoso) está constituido por plutones intrusivos correspondientes a Cretácico Superior y al Terciario Inferior.

 

Las montañas graníticas se ubican en sector occidental del Estado de Jalisco y pertenecen a la gran unidad fisiográfica del territorio mexicano de la Sierra  Madre del Sur.

 

En esta unidad se encuentran los siguientes cordones montañosos:

Sierra de San Sebastián, Sierra del Cuale, Sierra de Los Reyes, Sierra de Jolapa, Sierra de Mascota, Sierra de Cabo Corrientes,  Sierra de Cacoma, Sierra del Tuito, Sierra de Perote y Sierra de Manantlán.



Cuencas sedimentarias:

 

Como su nombre lo indica constituyen en su mayoría depresiones tectónicas que han servido de nivel de base de la red de drenaje local en un momento de su evolución geológica. Se excluyen en esta categoría las cuencas sedimentarias antiguas, anteriores al Cenozoico, que han sufrido procesos tectogenéticos para formar montañas de plegamiento o de bloques. También se excluyen en esta categoría, por razones de escala, a las pequeñas cuencas sedimentarias poco profundas formadas por sedimentos cuaternarios que según la terminología aplicada por el  INEGI han merecido el nombre de suelos residuales. Otra de las cuencas sedimentarias de mayor desarrollo y extensión en Jalisco es la del río Verde, en el E del Estado. Se ha formado por los aportes sedimentarios de una extensa red de drenaje a partir del Plioceno y ha funcionado como tal hasta la actualidad.


Volcanes y conos cineríticos básicos (basálticos):


Se han agrupado en esta unidad a volcanes y conos cineríticos básicos formados en el Plioceno Superior y Pleistoceno la mayoría de los cuales forma estructuras aisladas y se sobreponen, como todos los relieves volcánicos, a estructuras antiguas del Terciario Medio, es decir a estructuras riolíticas (plateau). El basalto y las tobas básicas son las rocas que forman estas estructuras.

 

Corresponden a esta unidad el complejo volcánico de Tequila y pequeños aparatos volcánicos y conos que se ubican al S y E de la llanura de Toluquilla y sobre el plateau riolítico de los Altos de Jalisco, en el altiplano de Tepatitlán, de San Julián y de Arandas (ejemplo Cerro Gordo).

 



 Serranías volcánicas piroclásticas básicas.

 

Pertenecen a esta unidad el conjunto de cerros volcánicos lávicos y piroclásticos que se ubican entre la Sierra de la Primavera y la Sierra de Tapalpa y entre la sierra de Ahuisculco y la sierra de La Difunta. Al S y SW de la sierra  de Ahuisculco esta unidad entra en contacto con la sierra de Tapalpa y la llanura de Cocula - San Martín Hidalgo.

 

También pertenece a esta unidad la serranía de Sayula y de Usmajac que se interponen entre la cuenca de Sayula  y la de Zapotlán y entre la Sierra del Tigre y la de Tapalpa.

 

Al  E y NE del macizo granítico de Manuel M. Dieguez en los límites con el territorio de Michoacán se encuentran cerros volcánicos piroclásticos que se extienden hacia el Este.


Montaña volcánica ácida moderna:

 

Se considera representativa de esta unidad a la Sierra de la Primavera ubicada al NW de la ciudad de Guadalajara, se trata de un complejo volcánico que representa el relieve montañoso más joven de Jalisco. Abarca una superficie aproximada de 300 km2 en el sector S del municipio de Zapopan.

 

Esta montaña volcánica moderna está formada por lavas y tobas ácidas correspondientes a las efusiones más recientes que dieron comienzo hace 120,000 años (Pleistoceno Superior) y finalizaron en los años 30,000 a 20,000 A. C. (Holoceno). Las sucesivas etapas desarrolladas durante este lapso dieron lugar a la formación de alineamientos de domos volcánicos constituidos por materiales piroclásticos con predominio de tobas, brechas vítreas y obsidianas, de aparatos volcánicos que afloran en una extensa caldera (cerros Alto y Nejahuete) y arcos volcánicos que rodean el complejo extrusivo como el del cerro del Pinar, La Venta, La Lobera y otros.

 

Esta estructura montañosa representa un elemento ecológico de alto valor como regulador del medio ambiente del la Zona Metropolitana de Guadalajara debido principalmente a su topografía y extensión y la cubierta vegetal formada por bosque de pino - encino.

 




 Relieves mesetiformes basálticos:

 

Corresponde a esta unidad la planicie basáltica que se ha formado por las erupciones del Volcán Tequila. Los derrames lávicos de rocas basálticas, acaecidos durante el Plioceno Superior y Pleistoceno, se han depositado sobre la planicie del plateau riolítico del terciario Medio conservando el relieve de la antigua meseta. Esta planicie se extiende  en semicírculo desde el cerro Tequila hacia el N, hasta la garganta del río Grande de Santiago que la separa de los bloques elevados del plateau pertenecientes a la Sierra Madre Occidental.

 

Se incluyen en esta unidad las mesas basálticas  de Los  Altos de Jalisco, que se ubican tanto en la cuenca sedimentaria del río Verde como sobre el plateau riolítico. Son estructuras menores que se han formado por derrames de lavas Cuaternarias ya sea a partir de fisuras de la corteza terrestre o bien a partir de aparatos volcánicos las cuales han sufrido procesos de disección de tal modo que aparecen aisladas y desvinculadas del cuerpo volcánico que las originó. Los ejemplos característicos de estas estructuras se presentan en la Mesa Redonda y Mesa Larga, al E de San Juan de Los Lagos.



El sistema de fallas normales que afectó a los grandes depósitos volcánicos ácidos del Terciario Medio parece haberse producido durante  el Plioceno Inferior ; La cual dio lugar a la formación de los bloques longitudinales y las respectivas fosas tectónicas. El dislocamiento de estas morfoestructuras regionales se habría producido durante el período tectónico correspondiente al Plio-Pleistoceno habría dado lugar a la formación de las actuales estructuras del relieve local o de las morfoestructuras locales. A este período también corresponde la reactivación y formación de fallas transversales, responsables de las diferencias locales de estas morfoestructuras. De tal manera el esquema estructural se presenta en la disposición de los siguientes bloques :

n    Bloque de la Sierra de Santa Bárbara y de la Sierra Los Huicholes(Oeste)

n    Bloque de la Sierra de Tlacuache y de mesas del Centro Norte. 

n    Bloque de la Sierra Pajaritos

n    Bloque de la Sierra de los Huicholes(Este)

n    Bloque del Trapiche

n    Bloque de Pinabete

n    Bloque de Monte Escobedo

n    Bloque de Morones

Las fosas tectónicas longitudinales y las fracturas transversales han permitido la formación de un dispositivo de escalonamiento que se repite en las vertientes correspondientes a los abruptos de falla, lo cual acentúa aún más la disimetría de las vertientes de los bloques  y de las fosas tectónicas ocupadas por los valles longitudinales.

 

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